Esos señores

Esos señores de trajes muy finos
que miran de arriba y no pisan el piso
se ríen de todos, del pibe en la esquina,
del joven obrero, del viejito en la fila,
del hambre sembrado del hombre de campo
del bajo nivel de nuestros salarios.

Se llenan la boca con falsas promesas
nos venden panfletos de escasa franqueza
mutilan los sueños, vacían cerebros
se van convirtiendo en peligrosos sabuesos
que no les importa la vida ni el agua,
y se contentan con darnos unas pobres migajas.

Ostentan poder y no ideología
y buscan matarnos con lenta agonía 
a este pueblo agotado de tanto manejo
de los negociados y pactos secretos
que día a día sufre la descarada avaricia
de ser marginados, de sus profundas codicias.

Esos señores que insensibilizan
que son militantes de tanta injusticia
tendrán que venir hasta aquí, hasta acá abajo,
a mirar a los ojos de quienes olvidaron
sepultados en el barro de la periferia
masticando la bronca de la indiferencia.