Tocá la vida

Conformate con mis manos. No ves que no tengo nada mas que ofrecerte. Ahora ya ni siquiera confías en ellas. Aquellas manos suaves y cálidas. Si casi me han quitado todo. Mirame, ¿qué ves? Un agujero en el alma, un pedazo de persona, una sonrisa opaca y mal dibujada. ¿Qué ves?
Veni, contame, con la misma confianza y seguridad con la que enfrentábamos juntos todas las mañanas. Decime.
Regalame unos brazos que los mios se han cansado de esperar. Si apenas sostienen esta noche derrumbada. Bajáte, que ahí no se encuentra nada. Ahí no existen los abrazos arrepentidos ni las voces complacientes. Acá esta la vida, ¿no ves? Quizás se te esconde. Te tiene miedo. La vida que te deja sin brazos, sin piernas y sin lágrimas. Pisá firme y despedite, de tus pies que ya no serán los tuyos, de tus manos que atrapan humo. Tocá la vida, en la mirada del hombre resignado a vivirla. En el temor de los primeros pasos descalzo del niño. Porque así serán los tuyos, inseguros, tambaleantes, débiles. Bajate. Tocá la vida. Y conformate con mis manos. No ves que no tengo nada mas que ofrecerte.

3 comentarios:

elpoetadeyeso dijo...

He encontrado en tus palabras franqueza y oficio y me quedo con ellas...adelante AMIGO1

Eduardo Roldán dijo...

Gracias amigo!!..Se agradece la visita...nos encontarmos por aca o por alla!
Saludos..

luisa dijo...

Este me gustó mucho.