Verdades

Soliamos pasar la tarde juntando caracoles que las olas abandonaban a nuestros pies, quizás para que aquellas horas se hicieran interminables. Que pena que ya no hay olas ni caracoles, y la tarde se consume en interminables horas en que no estás conmigo.

2 comentarios:

Aldana dijo...

Que buen espacio Edu!
Te felicito, voy a andar seguido por acá viendo que hay de nuevo.
Un beso, Aldana

Eduardo Roldán dijo...

Gracias Aldana! Aqui la esperamos.
Un beso.