Si querés hoy te canto una canción que hable de tu soledad. Si me dejas, si me das tiempo. Una canción que hable de lágrimas y de noches apagadas. Tengo ganas de cantarte que tu soledad es igual que la mía, que intento llenarla de libros y escritos que olvido apenas los empiezo. Que las estrofas de las horas que atraviesan tus ojos sentada frente al monitor son tan monótonas como las mías y casi se confunden en rimas interminables.
Quiero cantarte cómo los ecos de tus palabras llegan hasta mi ventana y como voy perdiendo la fe con cada taza de café que se termina. Pensarás que no es así, pero quiero cantarte que nuestras soledades son las mismas, porque yo estoy solo de vos. Y vos estas sola de mi.
Quizás inventaria un estribillo que dijese mil veces que mi soledad sin tu soledad estaría perdida. Y que una existe porque existe la otra. Y que al final de la noche no estuvimos tan solos.
Y entonces me decís que si. Que cante. Y entonces canto y fluyen las notas como tontas y saltan de a una y luego de a diez y canto y cierro los ojos y ahora el estribillo y mantengo un Do insostenible y te miro mientras repito la estrofa y de nuevo mi soledad tu soledad mis horas tus horas monótonas vacías marrones negras podridas asfixiantes asesinas sordas y de a una y de a dos y de a tres tus lágrimas las mías y un Si menor y un Fa sostenido y un último arpegio de agua salada y amarga que une tus labios y los mios y tu soledad y la mía. Que son las mismas como dice mi canción. Que si querés te la canto de nuevo. Si me dejas, si me das tiempo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tristemente identificada. Un beso.

Mel dijo...

Hola Edu!!! Me llamó la atención tu escrito que tiene la misma ilustración que uno mio en Abril de 2008... y lo leí y me encantó...
Desde el trabajo te firmo.

Un abrazo..

Mel.-

claudia paredes dijo...

Creo que siempre estamos solos de alguien.