La vi doblar la esquina con la misma velocidad con la que los bares se llenan de gente los dias de lluvia. Oscurecía. Encendí el ultimo cigarrillo y marqué su número en el celular. Prometí demasiadas cosas esa noche, entre ellas que dejaría de fumar y que no la llamaria por teléfono.
2 comentarios:
Me encantó, colega. Tan hermosas imagenes en tan pocas palabras.
Me sentí identificada, también, ja!
Beso grande, y siga escribiendo tan lindo!
Gracias colo!!!..puedo decirte colo??...besos colega!
Publicar un comentario